1.- Control total del sistema, es decir, podemos modificarlo absolutamente todo, incluso la versión del sistema operativo cambiándole la ROM al teléfono.
2.- Gestión de conexiones: Con aplicaciones como DroidWall, disponemos de un Firewall donde podemos especificar qué aplicaciones queremos que se conecten a internet, y cuáles no. Además, podemos controlar si queremos que ciertas aplicaciones se conecten sólo por WiFi, sólo por 3G, o ambas.
3.- Uso de aplicaciones especiales: Existe una gran variedad de aplicaciones que necesitan privilegios de root para funcionar, como por ejemplo para controlar el teléfono desde el ordenador (en los móviles que no disponen de forma nativa de esta función), aplicaciones de gestión de memoria avanzada (especialmente para móviles con pocos recursos), control de aplicaciones al arrancar el sistema, etc.
4.- Control sobre todas las aplicaciones y servicios: Podremos eliminar/modificar/bloquear todas las aplicaciones que vienen por defecto en el sistema, desde las principales de Android, hasta aquellas aplicaciones basura que las operadoras a veces incluyen (en próximos posts se hablará de cómo deshacerse de ellas).
5.- Función de Backup/Restauración del sistema: Una vez que disponemos de un recovery, es muy sencillo realizar una copia de todo el sistema exactamente en el estado en que está, con todos sus datos y aplicaciones. Del mismo modo, podemos restaurar cualquiera de nuestros backups anteriores. Esta función es muy útil si por ejemplo no queremos perder la ROM oficial que trae de serie, y queremos probar otras alternativas como por ejemplo ofrece CyanogenMod.
6.- Parches de la comunidad androide: Funciones que mejoran ciertas características del teléfono, y que para aplicarlos es necesario modificar archivos del sistema que sólo puede modificar el usuario root. Por poner un par de ejemplos:
A) Para el HTC Magic hay un hack para ganar 15MB adicionales de RAM, aumentando considerablemente la fluidez del teléfono.
B) Para el LG Optimus 2X existe un parche que permite grabar vídeo a 30FPS a 1080p, cuando la versión oficial graba a 24FPS a 1080p.
7.- Overclocking/Underclocking: Podemos modificar las frecuencias máximas y mínimas del procesador, consiguiendo mejor rendimiento en el caso de overclocking y mayor ahorro de batería en el caso del underclocking.
8.- ROMs personalizadas/cocinadas: La comunidad androide es cada vez mayor, y las diferentes personalizaciones de Android crecen como la espuma. Existe una gran variedad de ROMs para todos los gustos y necesidades, pudiendo escoger la que más se adecue a cada persona.
1.- Posibilidad de cagarla "liarla parda": si le damos privilegios de root a cualquier aplicación. Para esto generalmente se utiliza la aplicación de Superusuario, para gestionar y otorgarle ese privilegio a las aplicaciones que "lo merezcan". No debería haber problema siendo medianamente racional y no regalando root a todas las aplicaciones que lo pidan, sin saber qué hacen o para qué lo necesitan.
2.- Actualizaciones via OTA: Si cambiamos de ROM, perdemos las actualizaciones via OTA (Over-The-Air, llevadas a cabo a través de la red de datos o Wi-Fi) oficiales. Si queremos volver a las ROMS oficiales con sus actualizaciones, siempre queda la posibilidad de volver a la ROM de fábrica restaurando un backup o reinstalando la ROM oficial.
No hay comentarios:
Publicar un comentario